Grabado de la década de 1880 que representa a la bruja Tituba. Biblioteca de imágenes Mary Evans / Colección Everett
- Fecha y hora: Miércoles 9 de febrero a las 20:00
- Formato: Online
- Invitados: Martha Alonso y Marjorie Eljach
Coloquio entre la traductora Martha Asunción Alonso y Marjorie Eljach sobre la novela «Yo, Tituba, la bruja negra de Salem» de Maryse Condé.
Ganadora del Grand Prix Littéraire de la Femme. Maryse Condé, Premio Nobel Alternativo de Literatura, nos ofrece una historia desgarradora, tan real como oscura, en la que pone sobre la mesa temas como la esclavitud, la violencia, el deseo femenino, la superstición y la inocencia.
«Tituba y yo convivimos en la más estrecha intimidad durante un año. En el transcurso de nuestras conversaciones, me contó muchas cosas. Nunca se las había confesado a nadie.»
Maryse Condé adopta la voz de Tituba, la esclava negra juzgada en los famosos procesos por brujería que tuvieron lugar, en medio de una fiebre de histeria colectiva, en la ciudad de Salem, a finales del siglo XVII. Hija de la esclava Abena, que fue violada por un marinero inglés a bordo de un barco negrero, Tituba fue iniciada en el arte de lo sobrenatural por Man Yaya, una de las curanderas más poderosas de la isla de Barbados. Incapaz de sustraerse a la influencia de los hombres indeseables y de baja moral, Tituba pasa a ser propiedad de un pastor obsesionado con Satán, y acabará recalando en la pequeña comunidad puritana de Salem, en Massachusetts, donde será juzgada y encarcelada, acusada de haber embrujado a las niñas del pueblo. Detenida, abandonada en prisión, Maryse Condé la rehabilita, la arranca del olvido al que había sido condenada y, finalmente, la devuelve a su país natal en la época de los negros cimarrones y de las primeras revueltas de esclavos.
En el coloquio se abordan temas como la maternidad, lo femenino, la magia, el amor, y por supuesto la esclavitud, la brujería y la discriminación en el entorno esclavista antillano y en los Estados Unidos del siglo XVII.
Publicado por Impedimenta