«Rebelión en la Granja» desde la dialéctica del amo y el esclavo

por Ana Pinel Benayas | IX Congreso SGM

Imagen: Orwell’s Animal Farm via Steam

Ana Pinel Benayas hace un ejercicio hermenéutico en el que analiza la obra de George Orwell «Rebelión en la Granja» desde la «dialéctica del amo y el esclavo» expuesto en el capítulo IV, sección A, de la Fenomenología del Espíritu de Hegel. 

George Orwell publicó Rebelión en la Granja en 1945. La novela está inspirada en la deriva totalitaria del gobierno de Stalin, y funciona como una fábula contra la tiranía y la corrupción del poder. En ella se nos cuenta la desdichada vida que llevan los animales de la Granja Manor, que viven bajo la férrea mano del señor Jones. Los animales solo sirven como medios de producción para las actividades de mercado que desarrolla el señor Jones (venta de huevos, venta de leche, etc.). Serán siempre un simple medio, pero nunca un fin. Esta situación de total esclavitud en la que viven los animales generará el caldo de cultivo perfecto para que se produzca una sublevación, cuyas consecuencias no serán ni las prometidas ni las deseadas. 

A lo largo de esta sublevación, que se produce gracias a los cerdos, Orwell nos irá representando la «dialéctica del amo y del esclavo». En un primer momento la confrontación dialéctica se produce entre el señor Jones (amo) y los animales (esclavos), pero con el paso del tiempo estos empezarán a tomar conciencia de su situación, es decir, empezarán a desalienarse del sistema. Pero antes de que se produzca el salto a la libertad veremos cómo algunos de los animales pasan por las distintas fases ideológicas del esclavo: estoicismo, escepticismo y la conciencia infeliz (representada por el cuervo Moses y su país «Monte de azúcar»). 

La sublevación, por fin, terminará triunfando, pero las consecuencias no serán las prometidas ni las deseadas. Puesto que, en vez de conseguir construir una granja más justa, los animales comenzarán una lucha dialéctica entre ellos, que los llevará a establecer unos nuevos amos (los cerdos) y unos nuevos esclavos (los demás animales). Orwell termina su novela mostrando una total desesperanza con respecto a las revoluciones o sublevaciones sociales, pero también hace patente que, tal vez, el ideal de síntesis que proponía Hegel es una utopía. 

Para hacer esta interpretación hermenéutica se utilizaron los cursos dictados por Kojeve en la Escuela de Altos Estudios de París, publicados por la editorial Leviatán en 2006. 

 Ana Pinel Benayas es doctonranda de Filosofía de la Universidad de Castilla-La Mancha.